UN POCO DE HITORIA…
Por Iris Ramos.
Y aquí estoy, frente a esta hoja en blanco, pensando que escribir para ustedes acerca de mi nueva experiencia como locutora que incursiona en el apasionante mundo del béisbol.
Debo confesar que no siempre fui adepta a este deporte, era de esas personas que odiaba que comenzara la temporada y que los fines de semana, las estaciones de radio estuvieran pasando esos aburridísimos y largos partidos de los que yo no entendía ni media palabra, siempre era lo mismo, buscaba en las estaciones a ver si de milagro había algo de música, comenzaba en la frecuencia FM –en aquél entonces eran sólo 2 estaciones– y nada. Cambiaba a la AM y mucho menos, así que me daba por vencida, dejaba mis audífonos de lado y me resignaba.
Tiempo después, cuando ya tenia alrededor de 18 años, mi padre, que era aficionado, tuvo la osadía de invitarme a un juego y yo, en aquellos tiempos que me encontraba pasando por un break amoroso y sin tener nada que hacer, fui con él. Cuál fue mi sorpresa cuando vi y sentí el béisbol con mis ojos, mi mente y mi corazón y para que todo encajara perfecto, mi padre sacó su celular, sintonizó una emisora, se puso sus audífonos y me prestó uno. ¡Clic, clac! De pronto el mundo se me iluminó, todo encajó y yo me enamore de este gran deporte.
Así comencé a conocer y a amar el béisbol. Me la pasaba preguntando ¿qué era esto?, ¿qué era lo otro?, ¿por qué no valió?, ¿por qué de nuevo?, ¿por qué esto?, ¿por qué lo otro? y mi padre nunca se cansó de contestar mis preguntas.
Llegó el momento en que él no podía ir y yo invitaba a mis amigos o familia, a veces iban a veces no y no me importaba ir sola, el chiste era cumplir mi cita con ese nuevo amor.
Así pasaron algunas temporadas, nunca tuve el atrevimiento de acompañar al equipo en ninguna gira, siempre aquí en el gran estadio Parral. Fue hasta que tuve que salir de la ciudad a estudiar, que me aleje del llamado rey de los deportes.
Después de varios años regresé, estuve trabajando con mi madre en un restaurante de mariscos por un tiempo, hasta que después de un casting y como dijera el Chavo del 8, “sin querer, queriendo” fui seleccionada para la plaza de locutora Hits 101.7 FM, que dicho sea de paso, transmite, promociona e impulsa béisbol en Parral, siguiendo a los Mineros a donde jueguen.
Fue así como me reencontré con mi pasión, cuando el gerente me invito a acompañar al equipo de cronistas a un juego. Yo me emocioné ¡y claro que me apunte!
Estuve primero acompañando a Jaime Carrasco en el terreno de juego, luego siendo la voz de las menciones comerciales en vivo durante cada partido, volví al terreno de juego, me dejaban sola a ratos, comienzo a aprender y conocer más.
Ahora estoy en compañía de ‘Cuco’ Amador, de nuevo en las menciones comerciales y comentarios complementarios de la crónica.
Entre más me adentro en este medio, me doy cuenta que aun hay mil cosas por aprender, algo totalmente nuevo y desconocido, lo que creía saber resultó nada entre tanta información, con más ganas acepto el reto, porque cuando te enamoras de alguien quieres saber todo de él, y así estoy yo en plena etapa de enamoramiento del béisbol.
En esta columna estaré platicándoles mis “béisbol aventuras” y también los descalabros que vaya teniendo, mismos que, segura estoy, me servirán de experiencia.
Me jacto de ser una de las pocas afortunadas mujeres reporteras en este ámbito en el estado de Chihuahua, oportunidad que no pienso desperdiciar.
Deséenme suerte y acompáñenme en este emocionante viaje al interior del rey de los deportes…
Play ball!!!