Mauricio Hernández Gardea.
Mayo 9 del 2016.
*Foto de Fermín Robledo*
“Es béisbol se gana y se pierde……Pero hay maneras”
El desastroso resultado de Mazorqueros en la primera serie del campeonato estatal de béisbol es consecuencia de los errores que se cometieron antes de que iniciara el estatal.
Cierto que el responsable y el que tiene que dar la cara es el manager Antonio Gutiérrez, pero vale la pena analizar hasta qué punto es culpable de los resultados del equipo porque indudablemente hay más implicados y eso son los directivos porque sus decisiones y manera de hacer las cosas los hace corresponsables del desastre.
Es un hecho que el mini regional organizado en la novena zona se llevó a cabo solo para cumplir con el requisito ante la liga y por lo tanto en lo deportivo sirvió de muy poco o nada, es de reconocer que participaron gran cantidad de jóvenes talentos y algunos aprovecharon para mostrase y pusieron los números para ser considerados y sin embargo se les excluyó.
Por lo corto del torneo regional no se pudo valorar el desempeño de los jugadores que fueron invitados a participar, a eso súmele que algunos solo se presentaron para marcar y ser elegibles para el selectivo de Mazorqueros y se dará cuenta del porqué de los resultados.
Es obvio que el regional si les hizo justicia a los que se “ganaron” un lugar para integrar el cuerpo técnico pero queda la duda de si son los mejores y que le pueden aportar al equipo.
Como responsable del equipo al manager se le debe otorgar libertad absoluta para dirigir y elegir los jugadores, cuerpo técnico y auxiliares, el debe de ser el encargado de elegir a los mejores y más preparados para sacar el adelante el equipo, es injusto pedirle cuentas o culpar a Gutiérrez de los resultados cuando se le asigna un grupo de allegados o amigos para preparar y dirigir el equipo.
Este fin de semana el equipo fue un desastre total en todas sus líneas, el manager tomó decisiones que no funcionaron, el coach de bateo no contribuyo en nada para que los bateadores hicieran los ajustes necesarios, no se vi la mano del coach de picheo que presento un cuerpo de lanzadores errático y en los físico se noto que falta trabajo por hacer., Es claro que lo sucedido es en parte resultado y reflejo del mini regional.
Lo más alarmante es que no se vio liderazgo alguno, alguien que intentara remediar la situación, que cerrara filas y trasmitiera confianza porque incluso los jugadores de probada calidad y experiencia se mostraron sin la chispa que los caracteriza.
Se dice que no pasa nada que es la primera serie, pero hay que considerar que los juegos que se pierden al inicio pueden hacer falta al final de la temporada.
Manager y cuerpo técnico deben asumir el reto con la seriedad que se requiere, tendrán que emplearse a fondo para hacer los ajustes y cambios necesarios para corregir el rumbo porque hay equipo para disputar el campeonato, del cuerpo técnico depende su permanencia en el equipo… Sus cabezas están en juego.
Como aficionados exigimos que se les dé oportunidad a la gente local, no debemos perder de vista que la mayoría del cuerpo técnico son locales, no sé si serán los mejores pero ya están ahí y hay que ser justos y darles el beneficio de la duda para que demuestren lo que saben y de que están hechos. Si fracasan, -ojalá no sea el caso- definitivamente quedará demostrado que los directivos se equivocaron, que cometieron otro error.
La espera fue larga pero la temporada inició, como aficionados debemos actuar con inteligencia y no caer en el desánimo por los resultados obtenidos por que hay tiempo para corregir.
La afición -me incluyo- debe darle el espaldarazo al Camarguense Antonio Gutiérrez y “sus” auxiliares, los directivos deben arroparlo y permitirle que disponga de quienes considere los mejores elementos que hay en la novena zona para que pueda cumplir con el trabajo que se le encomendó.
Ojalá no pase lo de siempre, y que ” Al perro más flaco se le carguen las pulgas”.
Al mal tiempo buena cara, nos vemos en el estadio.